¿Cómo se relaciona la fibromialgia con las emociones?

¿Cómo se relaciona la fibromialgia con las emociones?
Algunos especialistas denominan a la fibromialgia “La enfermedad de las emociones no expresadas”, ya que suelen contenerse y causar sufrimiento.
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Algunos especialistas denominan a la fibromialgia “La enfermedad de las emociones no expresadas”. Esto se debe al hecho de que a menudo, las personas afectadas por esta enfermedad reprimen sus emociones, conteniéndolas de tal manera que no las dejan fluir de manera natural mediante palabras o acciones.

Desde los albores de la civilización, muchos filósofos y pensadores han tenido la creencia de que el ser humano es una unidad indivisible constituida por cuerpo, mente y espíritu. Por ello se entiende que la salud es un estado de bienestar completo cuando existe un perfecto equilibrio entre estos tres elementos. Se podría decir que el espíritu habita en nuestro cuerpo y se expresa a través de la mente. Nos impulsa en un viaje hacia la autocomprensión y la realización personal.

Asimismo, no hay distinción entre lo mental y lo corpóreo, ya que nuestro organismo siempre se verá afectado por lo que ocurra en nuestra mente. Cada partícula de nuestro cuerpo es receptora de nuestros pensamientos.

Fibromialgia y Disgustos

La relación entre la fibromialgia y las emociones negativas es un aspecto fundamental a considerar. Las personas que sufren de fibromialgia a menudo experimentan una interacción compleja entre el dolor físico y su estado emocional. La constante incomodidad y los síntomas pueden generar emociones negativas como frustración, ansiedad y depresión. A su vez, estas emociones negativas pueden agravar los síntomas de la fibromialgia, creando un ciclo que puede ser difícil de romper.

Por este motivo los trastornos depresivos debilitan nuestro sistema inmunológico, mientras que la armonía y el bienestar expresados a partir de sentimientos como la alegría o el enamoramiento, lo fortalecen.

Cuando una persona padece fibromialgia, no maneja sus emociones o pensamientos de manera eficiente. No hay discurso o acción física que le permitan liberar toda esa energía. Todo ello queda reprimido y bloqueado creando una tensión que se exterioriza en forma de dolor físico y otros síntomas muy diversos.

Conoce todos los detalles acerca de los síntomas de fibromialgia.

Para recuperar la salud y lograr la felicidad es necesario cambiar la manera en que damos voz a nuestra mente, nuestras emociones y nuestra forma de actuar. Hay que ser asertivos y positivos para poder discernir entre lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Solo así seremos capaces de valorarnos y aceptarnos por lo que somos. Una actitud positiva y el desarrollo de un equilibrio mental son las mejores herramientas para prevenir y convivir con esta enfermedad. Todo lo que nos quedamos dentro, acaba minando nuestra salud.

Todo pasa factura: lo que callamos, lo que reprimimos, los pensamientos negativos. El precio a pagar es demasiado alto: nuestra salud física y mental, es decir, nuestra felicidad.

En conclusión, todas aquellas personas que sean capaces de lograr el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu tendrán una vida más sana.